lunes, 22 de mayo de 2017

CRITICA A CAMINO A LAS VEGAS



TAPA ILUSTRADA 160 PAGINAS EDITORIAL KEMKEM 1° EDICION
En su última novela, Bastian Carlomagno, no ofrece respiro cuando desenmascara el fenómeno oculto detrás de los bingos, y las personalidades excéntricas que hacen a sus apasionados concurrentes. Dueño de la librería Kemkem, el autor de “Camino a las Vegas”, se luce en el género “no ficción” con una historia atrapante y de un final insólito.
Cuando la lógica de la razón indica que la forma de alcanzar el éxito en la vida es trabajar, hacerse de una buena entrada de dinero, ahorrarlo o invertirlo para que se multiplique y obtener así una buena base económica que nos asegure un lugar en el mundo material, existe una ley que se puede quebrantar para que todo este esquema sucumba. Es la ley del azar, en un girar fugaz de la rueda de ruleta, o en un simple echar de naipes, la felicidad puede estar al alcance de la mano.
En “Camino a las Vegas”, el último libro de Bastian Carlomagno, el autor aborda con una mirada minuciosa las andanzas y artimañas de quienes han hecho del juego un modo de vida. Señoras sexagenarias, que ocultan la bolsa de los mandados y se entregan desde horas tempranas a la suerte de las maquinas tragamonedas, o señores trajeados, con pinta de ejecutivos, que se lanzan desesperados al bingo tras la búsqueda del botín antes de ir a atender sus negocios.
Las historias de jugadores compulsivos que cuenta Bastian, escapan a los clásicos relatos de personajes millonarios que derrochan grandes fortunas en salones de alta alcurnia. Durante mucho tiempo, la figura del jugador estuvo asociada sólo a las clases altas y pudientes, que luego de haber perdido su fortuna se encaminaban inexorablemente por el camino del suicidio.
Cuando a fines de la década del ’90, se permitió la instalación de bingos y casinos en los grandes centros urbanos, la proliferación de las casas de juego se convirtió en un fenómeno popular. Es en estos recintos, donde el autor enfocó su ojo caprichoso para encontrar el detalle elocuente, esa escena diminuta que lo dijera todo.
Con el arribo de los bingos a las zonas periféricas, la atracción del juego captó al público de las clases populares que no necesitan de grandes sumas para intentar probar surte desafiando al azar. Porque, como reza el refrán: “Con plata juega cualquiera”.
Siguiendo los pasos de Rubén, el protagonista de la novela, el lector podrá descubrir ese universo inverosímil que se esconde tras la fachada de los casinos y los bingos. Los códigos con los que se manejan sus asiduos y decadentes visitantes, una fauna variada, para los que existe un apodo distintivo para cada uno: Están “los de los días laborales, los mañaneros, los escapistas, los nocturnos, los domingueros, los sin horario o full time, los buscas como él y los infatigables “mirandas”.
Infinidad de anécdotas, como la del personaje que, a falta de hogar, ya que éste ha decidido dejar a su familia para dedicarse de lleno al juego, duerme en el baño del bingo, conforman la trama de esta novela.
Camino a Las Vegas" - Pasión por el azar y la fortuna La pasión amorosa frustrada por la voluble seductora Mary y la madura Mirta, o el místico Jack se proyectan en el personaje de Rubén, un gran vendedor, que ha dejado a su familia sin dejar rastros por su dependencia total respecto del juego. El autor y sus personajes se acercan a la ruleta, a las máquinas tragamonedas y al póquer con la suficiencia del que juega por placer, pero la atracción que ejerce sobre ellos la pasión del azar y la fortuna los convierte en jugadores perdidos por la eventualidad de la suerte. A través de esta obra, Carlomagno, no pierde tiempo en destacar las crueldades y bondades del juego; vive dentro del mismo sin ningún tipo de criticas, asumiendo los costos. Recorriendo los Bingos de Buenos Aires, el Barco de Puerto Madero y el fantástico Casino del Tigre, "Camino a Las Vegas", es una búsqueda, un intento de alcanzar ese punto; tal vez, inexistente, en el que se unen dos vidas paralelas: la del mundo y la del jugador. Este libro es un apasionante juego de revelaciones ingeniosas, verdades, mentiras, realidades históricas, mitos, cábalas, ritos, misterios y suposiciones en una trama llena de giros inesperados, narrada con un ritmo incomparable que conduce al lector en los intrincados caminos del azar.Con un final inesperado, nos deja el legado de una obra inmortal. (*) Autor: Bastian Carlomagno / Kem-Kem ediciones (2005)
Referencia de la Odisea de Homero:
Oye ahora lo que voy a decir y un dios en persona te lo recordará más tarde. Llegarás primero a las sirenas, que encantan a cuantos hombres van a su encuentro. Aquel que imprudentemente se acerca a ellas y oye su voz, ya no vuelve a ver a su esposa ni a sus hijos pequeñuelos rodeándole, llenos de júbilo, cuando torna a sus hogares; sino que le hechizan las sirenas con el sonoro canto, sentadas en una pradera y teniendo a su alrededor enorme montón de huesos de hombres putrefactos cuya piel se va consumiendo. Pasa de largo y tapa las orejas de tus compañeros con cera blanda, previamente adelgazada, a fin de que ninguno las oiga; mas si tú desearas oírlas, haz que te aten en la velera embarcación de pies y manos, derecho y arrimado a la parte inferior del mástil, y que las sogas se liguen al mismo; y así podrás deleitarte escuchando a las sirenas. Y caso de que supliques o mandes a los compañeros que te suelten, átente con más lazos todavía.
 Comentarios de críticos
¿Los vicios se aprenden sin maestros?. La frase, que pertenece a Thomas Fuller, rompe la página en blanco. Extraña fauna la que uno puede observar si visita algún local de casino o bingo zonal. Malandras, pobretones, taimadores, pungistas, aprovechadores, chorros, mujeres dispuestas a cualquier cosa con tal de ganarse la simpatía de algún jugador y, de paso, agenciarse alguna ficha para intentar cambiar la suerte, siempre esquiva. La enfermedad del juego y todo aquello que se desprende de esa adicción es el eje de la nueva novela de Bastian Carlomagno. Un impiadoso acercamiento a ese universo de perdedores crónicos, dispuestos a vender a la vieja con tal de jugarlo todo en la ruleta. Un recorrido feroz por el manual de estilo del perfecto jugador y un clima denso, insoportable, que parece retractar con justeza el escenario de la novela. A todo o nada, piensan los protagonistas de la historia, mientras se apuran a tapar con un pie la ficha de un peso caída en la alfombra del casino por descuido del jugador. Aquellos que padezcan (o disfruten) de ese extraño vicio, encontraran en ?Camino a Las Vegas? un retrato fiel de un mundo ?sólo para entendidos?. Sin moralejas, sin falsos mensajes, ?Camino a Las Vegas? encierra en sus páginas, un grupo de personajes casi Arltianos, de esos que uno nunca quisiera tener como amigos. Ignacio Portela (concejo de redacción revista Sudestada)
 Camino a Las Vegas
 Las Ediciones Centro Cultural Kemkem acaba de publicar recientemente la novela de Bastian Carlomagno ?Camino a las Vegas?, la cual, produce un rápido impacto en el público lector. Concebida en un lenguaje sencillo, esta interesante obra narra las peripecias de dos jugadores decididos a obtener ganancia de dinero por cualquier vía y medio, aún aquellos inconfesables. La obra transcurre en el peculiar ambiente de los salones de juego en el que se congrega toda clase de personajes atraídos por las luces de neón, el dinero y las ganancias fáciles. Entre ellos, hay quienes asisten sólo por la mera diversión, otros para contemplar el espectáculo de las ganancias y las pérdidas, mientras que otros lo hacen para obtener dinero y procurar vivir de ello. Los protagonistas de la novela son de esta última clase. Bastian Carlomagno teje una interesante trama alrededor de Rubén, el personaje principal, al tiempo que relata la sórdida vida de quienes fueron capturados por la diosa Fortuna (o las sirenas mitológicas como está reflejado en su cubierta) esquiva y seductora que le impone a sus víctimas toda clase de sacrificios aún aquellos que no estarían dispuestos a hacer siquiera por sus seres queridos. Ganancias y pérdidas son la constante de este relato, los personajes una vez agotadas sus reservas de dinero, echarán mano a todo lo que se pueda vender y negociar para obtener más fluido con el cual alimentar a aquellas máquinas tragamonedas para que expulse el tesoro que contiene su vientre metálico, o acaso para hacer girar a esa rueda imperturbable de la ruleta, o completar los cartones de bingo. El lector quedará atrapado por este relato como el jugador queda atrapado por el juego, sólo que esta vez, se trata de literatura, y la ganancia segura será la que dejan siempre aquellos buenos relatos. Sergio Albano (Traductor y corrector)

No hay comentarios:

Publicar un comentario