AMÉRICA LATINA, LA CLAVE ES EDUCAR
Cuando el desastre sea concreto, bien pesado e irrefrenable, educar, contar lo que uno sabe, lo que ha entendido. Todos tenemos algo para aportar. La próxima vez que haya un gobierno verdadero ya no será esta forma de falsa "democracia", capaz de arrasar con logros sensatos y pasarse por el tujes lo que se suele denominar "políticas de estado". Solo sé que el precio será tan alto, que después no quedarán ganas de joder, o de pelear por camisetas. Educar, no solo para derribar el culto al mercado, sino para derribar el culto al personalismo, una asamblea permanente, sin descanso, derribar las idolatrías obliga a las personas a hacerse conscientes de sí mismas, y a dejar de soñar con la glorificación posible, que es el anzuelo que atrapa a la voluntad de las masas sublimando, como en un espejo, glorificar a salvadores dirigentes...
Esta utopía que propongo no es utópica por imposible, sino por nuestra maldita adicción a proyectar sobre algún avatar el sueño cinético de nuestra infinita potencia dormida. Ayudar a despertar no es tan difícil, solo hay que animarse a abandonar los íntimos y secretos sueños de gloria, abandonar nuestra necesidad de aprobación, abandonar la mentira que dicta que el amor está ahí afuera, en otros que nos lo otorguen.
Animarse, pero en serio, a asumirnos como un grano de arena más. Las demás chances son solo más de lo mismo; un eterno ciclo de brillos y oscuridades que reducen a la eternidad y belleza del Cosmos a una cosa de la cual tantísimos (triste y profundamente engañados) desean abandonar. Por eso, educar.
Carlos Bonserio, mayo 2019
