sábado, 17 de noviembre de 2018

COSTA DORADA - - LOMAS DE ZAMORA - PRIMER CAPITULO COMPLETO



Ciudad de Lomas de Zamora, Argentina



Era un día muy especial para Rodolfo "Rolo" Namucci. Tomó el ferrocarril eléctrico en Plaza Constitución, borrosas chimeneas desfilaron ante él a la velocidad del rayo, hasta que sintió mareado y cerró los ojos. Cuando por fin consideró que la velocidad aminoraba, abrió los ojos y estiró los brazos para aferrarse del pasamano, era el momento del descenso. Llegaba a Lomas de Zamora, con unos veinte minutos de anticipo a la reunión de las seis de la tarde. Tal cual era una vieja costumbre suya. El comercio estaba a unos pasos de la vieja estación ferroviaria.



En el trayecto a la librería se quedó pensando unos instantes frente a una vidriera de la coqueta calle peatonal Laprida. Intentó pensar que existía para de esa forma olvidarse de que no se quedaría en este mundo para siempre. Era imposible fijar esa idea, pues cuando surgía el hecho de que existía  aparecía el hecho de fin de la vida. A viciversa cuando creía que era el fin de sus días, entendía lo precioso que era vivir. Se miró fijamente es un espaejo de esa vidriera.
-  Hola soy Rodolfo Namucci.
El hombre del espejo ni con la más ligera mueca. Hiciera lo que hiciera , el otro hacía exactamente lo mismo. intentó anticiparse con movimientos rápidos, pero el otro era igual de rápido.
-¿Quién sos? preguntó.
No hubo respuesta alguna, hasta dudó si había hecho esa pregunta, señalo con el dedo índice la vidriera y afirmó.
- Vos sos yo!
Al no recibir respuesta, cambió la pregunta.
- Yo soy vos?
De pronto un peatón apurado, para llegar a ningún lado lo empujó sin querer y lo volvió a la realidad. Entonces miró al tipo del espejo, lo saludó levantando la mano el otro hizo lo mismo al unísono y retomó el camino a la Librería.


El anfitrión era su viejo amigo Alfredo "Freddy" Bilotta quien había creado hace un tiempo el B&N Group, con las iniciales de ambos apellidos y poseía patentados a su nombre todos los documentos de esa Corporación. No lo atendió de inmediato. De hecho, lo hizo aguardar hasta las seis y veinte. En otros tiempos la atención era inmediata, pero había alterado su carectirística, se daba un aire de supremacía, de cierta categoría. No admitía que el tiempo de otros era más valioso que el suyo, aunque con Rolo muchas veces había tenido cierta diligencia en atenderlo.
Cuando la empleada lo hizo subir finalmente a la oficina de la Librería, fue como si le estuviese enseñando el altar de la antigua Iglesía de San Benito de Palermo. En el salón de ventas de la Librería había música ambiental pero esa oficina era puro silencio. El recinto carecía casí de muebles, conociéndolo  a Freddy, una especie de minimalista, escasamente una alfombra azul, dos oscuras pinturas al acrílico en las paredes ocres, dos sillones vieneses con apoyabrazos, asiento y respaldo esterillados, enfrentados con un escritorio mediante, una mesita de café, y unas cortinas de terciopelo azul oscuro las cuales caían ligeramente sobre parte de las pared. La empleada se retiró de la oficina tal cual un monaguillo se aleja del altar. 
-¿Cómo estás Rolo? lo saludo Freddy, mientras hizo un gesto para corregir su aspecto personal alisándose con la mano derecha el cabello y arreglando su ropa, para darle el clásico saludo italiano un beso en cada mejilla estrechando su mano.

- Bien, pienso que bien..., Freddy (para que insistir con que todo estaba feo y nada indicaba una mejoría pronta). La mano de Freddy era dura y seca, en cambio la de Rolo estaba húmeda.
-¿ Cómo está Mónica, tu amiga de Burzaco? - advirtió la turbación de Rolo- ¿No estará enferma?
- Me separé de ella.
- Oh, santo Dios, siento mucho tener que oir algo así.
A Rolo le pareció que había un tono de reproche en la voz de Freddy. ¿Y por qué debería preocuparse si así era?
¿Cuándo se separaron? insistió.
- Hace unos cuatro años y medio...
- Claro, no tenía noticias tuyas desde hace un tiempo...¡Oh, en serio pasaron más de cuatro años, por lo menos! ¡Qué pena! Pasamos tantos buenos momentos juntos.

Habían militado en la misma agrupación Azul y Blanca del Sindicato de Luz y Fuerza Capital y en aquellos tiempos salían juntos a conversar las necesidades de los trabajadores. Aunque, Rolo, no recordaba muy feliz los momentos pasados, sólo cenas, actos, reuniones, donde las tareas más importante eran comer, hacer la "rosca" criticando a otros y fumar intensamente. De hecho siempre había considerado a Freddy una persona aburrida.

- Has vuelto a hacer pareja?
- No.
Freddy frunció el ceño. - No es bueno vivir sólo... Tener pareja o cohabitar con la madre es esencial para una vida ordenada, al hombre le suministra estabilidad.
- Tenés razón, pero mi madre ha fallecido hace muchos años. Soy el más villano de los solteros. (si bien eso no lo creía.

Freddy siempre disfrutaba con hacerlo sentir a disgusto. Aquel día no era una excepción. Parte la incomodidad enfermiza tenía su origen en lo difeente que eran uno del otro. Freddy medía un metro setenta y uno, ancho de hombros, delgado y atlético, a veces jugaba algún match de fútbol. Rolo, era unos centimetros más alto, de hombros caídos y debido a su voraz ansiedad de comer tenía un sobrepeso de doce kilogramos. Freddy contaba con escaso cabello y teñido de castaño claro, su piel bronceada constrastaba con unos límpidos ojos verdes y rasgos de ídolo popular. Rolo con tu tez pálida, cabello canoso por cmpleto, a veces jugador compulsivo de quiniela, bingo, ruleta, carreras hípicas, poquer y máquinas tragamonedas, sus ojos marrones y miopes para leer le obliga a usar gruesos cristales. Tenían la misma edad cuarenta y nueve años. No podía evaluarse con certeza quien los llevaba mejor. Ambos hijos de madre europea.
Rolo pensó, y no por primera vez, que Freddy había empezado con una apariencia mejor que la suya. Mejor aspecto, ventajas y más dinero...
Freddy era extravertido e irradiaba autoridad y seguridad, Rolo irradiaba servilismo e indesición. Nacidos, si no para mandar, por lo menos administrar. En el Sindicato, Rolo había sido tan llamativo como Freddy. Sin embargo, en aquellos momentos no estaban en ese ámbito y se sentía fuera del lugar, fuera de su clase, inferior.
- ¿Cómo está tu esposa, Freddy?
- ¡Perfecta! - respondió dibujando una amplia sonrisa en su cara.- En mi subsistencia he tomado decisiones acertadas. Pero esa fue la mejor de todas.- su voz se volvió más profunda y más solemne; el efecto era casi escénico. Es una piadosa mujer, respetuosa y temerosa de Dios y devota de la Iglesia.
Sigue siendo una chupa cirios, aficcionado a la santa Biblia, pensó Rolo. Conjeturaba que esa religiosidad podía ayudarlo a conseguir lo que había ido a hacer. LLegado un punto se produjo un silencio y se miraron mutuamente, ya no había superficialidades para decirse. Fue entonces que Freddy le señalaba la silla con su mano derecha y dijo: 
- Séntate, por favor.
Se sentó de una lado del escritorio, mientras Rolo se instalaba frente a él. El metro veinte del escritorio bien pulido ponía entre ellos más de relieve la supremacía y el dominio de Freddy.
Sentado muy tieso, con la valija sobre las rodillas, Rolo parecía el equivalente comercial de un perro faldero con anteojos. Sabía que debía respirar profundo y relajarse sino comenzaría a abrir la boca, y eso era peligroso pues Freddy se daría cuenta lo sencillo que podía atemorizarlo. A pesar de ser consciente de ello, su pretendido relajamiento consistió en cruzarse de manos sobre el maletín y si se veía apurado cruzaría los dedos indice y medio de su mano izquierda dentro del bolsillo para contrarestar todo ese temor.
Esta carta... comenzó Freddy, a la vez que miraba de reojo la hija de papel que había sobre el escritorio.
Rolo había escrito esa carta, un hecho inédito. Era su letra, prolija, respetando los renglones. Veintidós líneas, sin marca de agua, escrita en una sola cara. Una carta certificada enviada por él a su amigo.

Estimado amigo Freddy Bilotta

  A partir que nos dieron el retiro voluntario de la empresa de Energía Electrica y nos alejamos del Sindicato de Luz y Fuerza, vos, sin duda, ganaste más dinero. No obstante jamás perdí la calma, ni desperdicié un minuto de mi vida, ni soy mufa como estuvieron difamándome el "Pollo" Bernardina el "innombrable" y compañeros del Sindicato. 
    Después de años de estudio y experimentación, quemándome las pestañas durante largas noches, he perfeccionado un proceso único que no existe en el mercado. Las ganancias en un sólo año, o quizás en menor tiempo, podrían concluir con todas nuestras trabas económicas y hacer realidad el sueño de ser poderosos millonarios. Hablo completamente en serio.
    No puedo escribir en la carta todos los detalles, sería demasiado arriesgado si la interceptaran. tenemos que hablar cara a cara, "¿Podrías recibirme en tu Librería"? Cuando a vos te venga bien. No te vas a arrepaentir de oir mi propuesta. ¡Hay muchos interrogantes!
    Por último, ficha la reunión para "Juan Salvador Gaviota", un sobrenombre para que mi nombre no aparezca en tu agenda. Como podrás observar el membrete de esta carta, dirijo la empresa Development Associates, la cual para los papaeles es una filial de la corporación B&N Group Internacional, esa que creaste vos. Sí estás al corriente de la CDA, comprenderás la necesidad de discreción. Este es el número de mi celular:cero once, cuarenta y seís, cincuenta y ocho, cuarenata y siete. 

Un cordial saludo y un gran abrazo

                                                                                                                 Rodolfo Namucci

PD: Espero tu llamado para sonreír a los fulgores de una nueva vida.

   Realmente se dio todo rápido y los deseos se habían cumplido. En Luz y Fuerza, Rolo se había guiado por unos evidentes principios: compañerismo, dinero y mujeres. Freddy suponía que no había cambiado y acertó. lo llamó al celular de la misiva:
Reconocés mi voz Rolo.
Del otro lado Rolo no reconoció la voz...
- Hombre soy Freddy. -Luego de la charla de rigor - agregó- es para fijar la reunión. Podés el jueves a las seis de la tarde en la Librería.
- Espero que no sea tarde!
- ¡Epa Rolo! Qué te ocurre? No dramatices, más vale tarde que nunca. Te espero
-  Allí estaré. Confió mucho en mi propuesta. - 

    Cansado de repiquetear en su mente: el fracaso es la clave del éxito y todo es a prueba y error. la perspectiva de la reunión, estimuló a Rolo a sobrellevar los dias siguientes, había una incipiente luz al final del tunel que había estado tan oscuro por años. Esperaba terminar con ser el campeón del fracaso de un nuevo invento, aunque comenzaba a sentirse amedrentado a una charla con Freddy. Muchos nervios le impidían pensar el futuro, sentía que la vida lo había llevado a esa entrevista y que terminaría en ella.

Demasiados interrogantes, pensó que la mera visión de ese rostro amigo lo ayudaría...



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